«Pensat i fet», la capacidad creativa relámpago, esencial para hablar en público

Los valencianos tenemos fama de ser capaces de improvisar decisiones y acciones sobre la marcha. El «pensat i fet» (pensado y hecho) parece estar en nuestro ADN; es decir, en nuestra tradición cultural y social. Eso, sin duda, es un síntoma de nuestra capacidad de decisión, de nuestra capacidad de emprendimiento y, en definitiva, de nuestra capacidad creativa para buscar los elementos que hacen posible organizar y acometer cualquier acción que se nos plantee en la vida cuando las circunstancias no permiten disponer del tiempo suficiente para una reposada reflexión y planificación. Al «pensat i fet», por tanto, podríamos llamarlo «capacidad creativa relámpago».
Esa «capacidad creativa relámpago», sin duda, es muy interesante en el mundo profesional ya que significa no amilanarse, no arrugarse, ante las circunstancias cambiantes, siendo capaces de encontrar soluciones y salidas ante esas nuevas situaciones. Podríamos decir que el «pensat i fet» es la quintaesencia de la proactividad. Y esa capacidad, esa actitud, es esencial en un buen orador, ya que al hablar en público tenemos que ser capaces de gestionar con rapidez y agilidad nuestras ideas, encontrando las palabras más adecuadas para que nuestra comunicación sea perfecta.
Riqueza de vocabulario
Claro que eso exige disponer de un buen baúl de palabras en nuestro cerebro, de una riqueza de vocabulario que nos permita encontrar la expresión adecuada cuando no nos viene a la boca la palabra que teníamos previsto decir. Por eso, un buen ejercicio que recomiendo a mis alumnos para que lo practiquen es el de escribir una palabra (un verbo o un adjetivo) y escribir todos los sinónimos que se les ocurra. A continuación, consultar con un diccionario de sinónimos y comprobar las palabras que no se les había ocurrido, perfilando los matices de sus significados. Es una forma de enriquecer nuestro vocabulario. Eso y, por supuesto, leer buena literatura.

Si tenemos ese buen fondo de vocabulario nos resultará más fácil construir frases coherentes y, a ser posible, atractivas, hermosas, impactantes, sugerentes. De esa forma, nuestras frases no sólo contendrán con exactitud la idea que queremos transmitir al hablar en público, sino que brotarán en su interior esas palabras escogidas que ayudarán a trasladar las oportunas emociones a las personas que nos escuchan.
La quintaesencia de la proactividad
El buen orador no siempre dispone del tiempo necesario para preparar su alocución. Tiene que estar preparado, mental e intelectualmente, para ser capaz de improvisar unas palabras en una situación de compromiso y salir airoso, e incluso triunfante, al hablar en público de una forma casi, casi, tan brillante como si lo hubiera preparado a conciencia. Como decía Sir Winston Churchill: “No hay mejor improvisación que una buena preparación”.
El “pensat i fet”, por tanto, no es sinónimo de chapuza, de atolondramiento, de insensatez ni de precipitación; al menos no necesariamente. El “pensat i fet” sensato puede ser la expresión de la valentía, de la rapidez, de la imaginación, de la creatividad, de la decisión, de la seguridad en uno mismo, de la confianza en las propias capacidades, de la claridad en el objetivo y de la habilidad en el manejo de los medios necesarios para alcanzarlo. Pues eso: la quintaesencia de la proactividad.
En definitiva, ¿quieres mejorar tu improvisación al hablar en público?, lo primero será aprender las claves de la oratoria. Para aprenderlas y preguntar en directo lo que quieras, apúntate gratis a las clases online que estoy impartiendo estas semanas.
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