
«Al hablar en público, donde va tu mirada va tu comunicación”
En el tiempo de confinamiento por la pandemia del coronavirus han proliferado las comunicaciones por videoconferencia para hablar entre familiares y amigos, así como las conferencias, coloquios, seminarios y cursos webinar; es decir, a través de Internet, sobre todo utilizando la plataforma ZOOM, Google Meet o cualquier otra, que vienen desplazando a la ya clásica Skipe.
Estos meses, yo he dado algunas conferencias webinar dando consejos a profesionales para conseguir persuadir cuando hablan en público o cuando hablan con un cliente, me han entrevistado y he participado como oyente en unas cuantas conferencias webinar.
En mis cursos de hablar en público siempre insisto a mis alumnos en la gran importancia que tiene que miren al público al que dirigen sus mensajes: que miren a la cara de las personas que tienen delante, que las miren a los ojos sin miedo y con amabilidad. Así es como sus mensajes tendrán más fuerza porque, si mientras hablan dirigen su mirada al techo, al suelo, o a sus papeles, será a ellos a quien estará dirigiendo sus mensajes y no al público, que no se sentirá implicado en lo que les estarán diciendo.
En este mismo sentido, estos meses de confinamiento me he dado cuenta de algo que todo el mundo repite en las comunicaciones audiovisuales por Internet y que comento aquí para ofrecer este consejo útil a quien quiera mejorar sus comunicaciones virtuales.
EL BESO DE LA ABUELITA
Cuando una señora mayor, por ejemplo, recibe la videollamada de sus hijos para hablar con ella y que vea a sus nietos, de una forma instintiva y natural la señora mira la imagen de su nieto en la pantalla de su móvil, de su tableta o de su portátil y le dice con emoción: “¡Hola, Javier! ¡Guapo! ¡Un beso de la abuelita: mmmuuuá!”, convencida de que se está dirigiendo a su nieto, sin ser consciente de que la imagen que ve su nieto en su propia pantalla es la de su abuela ¡dirigiendo su mirada hacia abajo o hacia un lateral!, que es donde ella ve a su nieto, pero no está dirigiendo su mirada a los ojos de su nieto, que es lo que haría si lo tuviera físicamente delante de ella, transmitiéndole así toda la emoción con la que ella le envía su piropo y su beso.
Del mismo modo, cuando un conferenciante o un profesor está hablando en público a través de medios tecnológicos, dando su conferencia o su clase por Internet, y mantiene un diálogo webinar con los participantes en el evento, cae en el mismo error que la abuelita con su nieto: mira a la otra persona o personas en el fragmento de pantalla donde ve su imagen, pensando que así les está mirando igual que en el contacto físico presencial, ¡pero está equivocado! La imagen que ven las personas que le escuchan es la del conferenciante o profesor mirando hacia un lado o hacia la parte inferior de la pantalla, pero ¡no les está mirando a los ojos!, con lo que su mensaje pierde fuerza porque no transmite toda la emoción que transmitiría en un contacto presencial.
ESFUÉRZATE EN MIRAR AL OBJETIVO
Por tanto, el consejo que doy, aunque soy consciente de que cuesta esfuerzo, es que cuando hables con alguien a través de videollamada o videoconferencia, si quieres enviarle un mensaje importante, si quieres que esas frases que pronuncias tengan impacto en las personas que te escuchan, haz el esfuerzo de olvidarte un poco de la imagen que ves en tu pantalla y dirige tu mirada al objetivo de la cámara de tu móvil, de tu tableta o de tu portátil. ¡Ahí es donde están los ojos de las personas que te escuchan!
En una comunicación presencial, cuando miras a la cara de las personas que te escuchan, tu mensaje les está llegando con eficacia; pero en una comunicación virtual, por Internet, cuando miras a la cara de la persona o personas que te escuchan no les estás mirando a ellos sino a la imagen suya que ves en tu pantalla. Piénsalo y esfuérzate por mirar al objetivo de la cámara.
De esa forma es como esas personas que están al otro lado percibirán la fuerza de tu mensaje, ya sea el piropo y el beso de la abuela a su nieto o ya sea la seguridad y determinación que quieras transmitir a tu auditorio con tus palabras.
Si no lo haces así, el beso o el mensaje perderán parte de su eficacia. No olvides que, como repito siempre a mis alumnos en mis cursos: “al hablar en público, donde va tu mirada va tu comunicación”.

Si quieres ser un buen orador y aprender estas y otras claves para hablar bien en público, apúntate gratis a las clases online que estoy impartiendo estas semanas.
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